En el Seminario anual que organiza el coro Vox Aurea en la Residencia de Estudiantes de Madrid hubo, como es habitual un concierto final en la que, de nuevo, tuve la oportunidad de escribir las notas del programa de mano. las notas eran estas:
Residencia de Estudiantes de Madrid, 11 de mayo de 2008
- Cantate Domino. Vytautas Miskinis
- Ave Maris Stella. Trond Kverno
- Cantos del fuego. Dante Andreo :
- La Lola
- El paso de la siguiriya
- Sagastipean. Javier Busto
- Trébol, de Alejandro Yagüe:
- La
leyenda de las cien doncellas
-
Invocación
- Trova
del beso en sueños
- Salve Regina, de César Alejandro Carrillo
- The Lamb, de John
Tavener
- Segalariak de Josu Elberdin
- Psalmus CXXV – In convertendo. ESTRENO, Javier Busto
Notas del Programa:
El alma de cada coro es su director. Selecciona el repertorio, dirige los ensayos y conciertos y, finalmente, convierte a un grupo humano en un instrumento musical sensible que puede conmover a un auditorio.
En este concierto, el director del coro Vox Aurea, Javier Corcuera, entrega a Javier Busto el fruto de su trabajo de varios años para que, bajo su dirección, disfrutemos hoy de unas piezas musicales de indudable interés y que, para el melómano atento e inquieto (todos lo son), constituirán un gran placer.
Corcuera y Busto seleccionan respectivamente las piezas de las dos partes de este concierto. En la primera, el coro Vox Aurea ofrecerá piezas del repertorio preparado en esta temporada. En la segunda, al coro se suman los cursillistas del Seminario Coral 2008 y cantarán las obras trabajadas con Javier Busto como responsable del curso.
En el programa se han seleccionado obras de autores contemporáneos bastante jóvenes, todos de espíritu y alguno también de edad. Los directores y el coro quieren mostrar cómo ha cerrado la música coral el siglo XX y abierto el XXI. El maestro Busto incluso nos regala con un estreno absoluto que el coro Vox Aurea y el resto de cursillistas tienen el honor y la satisfacción de ofrecer hoy.
Las obras forman un conjunto variado, mezclando temáticas religiosas y profanas, estilos, ritmos etc. Es como un menú de cocina de vanguardia hecho música, menú largo y estrecho donde cada plato es una explosión de creatividad.
“Cantate Domino” de Vytautas Miškinis.
Vytautas Miškinis nació en Vilnius en 1954. Su relación con la música empieza como coralista ya en la escuela secundaria. A partir de ahí, ha estudiado dirección de coros, composición etc. Tiene un curriculum impresionante y muchos premios internacionales.
Es un autor lituano que el coro Vox Aurea frecuenta pues representa un reto en muchos sentidos, aunque muy gratificante. Es el ejemplo paradigmático de autor moderno de estética contemporánea, pero donde el peso de la tradición se adivina en cada nota. Le gusta jugar con el ritmo y la armonía y sabe dar a cada composición el carácter que necesita. Sin ir más lejos, en este “Cantate domino” que es, en realidad, el Salmo 95, encontramos tres partes. Primero, una invitación al pueblo de Israel a alabar a Yahve mediante el canto en el propio templo, a continuación, una invitación a las demás naciones a alabar a Dios y, finalmente, una invitación a la Naturaleza a regocijarse ante su Creador. De ahí la alegría contagiosa de la pieza, que recuerda la de los coros de gospel, donde probablemente se ha inspirado.
“Ave Maris Stella” de Trond Kverno.
Sin marcharnos del norte hiperbóreo, nos topamos con Trond Kverno, nacido en Oslo en 1945 y gran compositor de música religiosa a la que se dedica en exclusiva. El concepto de “música absoluta” que preocupa desde el XIX es una entelequia vacía para Kverno. Para él, la música es inseparable de su contexto, que puede ser ideológico, estético etc. En su caso, y por su personal inclinación religiosa, se vuelca en la música que se canta en el templo, porque cuando allí se canta, canta toda la congregación o cantan unos cuantos mientras los demás rezan. No existe el esquema intérprete – público, no existe el placer estético como objetivo. Con este planteamiento no extrañará ni que la Iglesia de Noruega le nombrara miembro conspicuo de la comisión encargada de reformar los libros litúrgicos, ni que Libro de Salmos noruego de 1983 incluyera 27 piezas suyas.
La pieza que hoy se interpreta, Salve Estrella del Mar, es un texto antiquísimo de origen polémico que se atribuye a veces a Venancio Fortunato, obispo de Poitiers (…609AD) y otras a Pablo Diácono (…787AD). Metafóricamente, la Virgen se convierte en la estrella que guía la vida del cristiano de la misma manera que la Estrella Polar guía a los marinos en alta mar. En la Iglesia Católica se canta en la Liturgia de las Horas, concretamente en la Vísperas. La versión de Kverno es para dos coros, uno femenino y otro masculino, que se alternan en el protagonismo melódico y en el versículo final recitado. Por cierto, la pieza está dedicada a Carl Høgset, paisano suyo que dirigió un pasado seminario del coro Vox Aurea.
“Cantos del fuego” de Dante Andreo.
Dante Andreo es un autor argentino (Prov. de Córdoba, 1949) ya casi español, pues vive en este país desde 1981. Director de gran prestigio, ha dirigido coros por toda Hispanoamérica y España. Ha obtenido numerosos premios como compositor y se le considera un especialista en la música antigua española y colonial americana.
Aparte de sus obras religiosas ha dedicado buena parte de sus esfuerzos a la música profana y, especialmente, a musicar textos de poetas. De esta forma, han pasado por sus manos, San Juan de la Cruz, Alberti, Machado, Juan Ramón Jiménez y, como veremos hoy, Federico García Lorca.
“La Lola” y “El paso de la Siguiriya” pertenecen al “Poema del Cante Jondo”. Al poner música a estos versos, verán ustedes como mantener el aire ingenuo, popular y sencillo del arte de Federico ha sido el propósito de Andreo en “La Lola”. Lorca renuncia a toda afectación, mostrándonos una estampa popular. Andreo respeta el planteamiento sencillo para no romper el encanto. Sin embargo, en “El paso de la Siguiriya” el texto es más surrealista y Andreo compone una música más libre para arropar el texto, y con un ritmo más cadencioso, porque, al fin y al cabo, el título nos recuerda qué esto va de uno de los aires más populares y fundamentales del flamenco. Ambas piezas habrían encantado a Lorca.
“Sagastipean” de Javier Busto.
Lean la biografía de este músico que hoy nos ofrece su arte. Piensen un momento en la obra ya hecha, su influencia en la música actual. Busto es un referente ineludible de la música coral del País Vasco y de toda España. Su actividad como director, compositor y maestro de músicos es inmensa tanto aquí como fuera.
Es la segunda ocasión en que el Coro Vox Aurea y los cursillistas tienen la oportunidad de trabajar con este autor y aprender de su sabiduría.
Hoy, con alguna más, nos ofrece esta obra suya muy conocida y querida por tanto aficionado. “Sagastipean” o “En el manzanal” es una pieza alegre con ambiciones oníricas. Da más protagonismo a las voces femeninas provocando que sus melodías floten mecidas por las voces graves. Es una pieza rica en melodías y sorpresas, hecha para disfrutar cantando y transmitir la gran alegría de vivir que la Naturaleza puede darnos.
La letra es de Inazio Mujica escritor y editor donostiarra nacido en 1963. Lo recordamos como guionista del corto de dibujos animados “La isla del cangrejo” que ganó un premio Goya en el año 2000.
“Trébol” de Alejandro Yagüe
Alejandro Yagüe, catedrático de composición del Conservatorio de Salamanca, nace en Palacios de la Sierra, provincia de Burgos, en 1947. Su formación musical se ha desarrollado en Madrid, Italia y Alemania. Ha obtenido importantes premios de composición y publicado una obra muy interesante. La obra “Trébol” es un encargo de la villa de Carrión de los Condes y consta de tres piezas. La primera es una leyenda popular de Carrión: “Leyenda de las cien doncellas”. Cuadro medieval con sarracenos belicosos y lascivos, cristianos angustiados, doncellas resignadas a ser mancilladas y milagro taurino final.
La segunda es una invocación a las musas de don Iñigo López de Mendoza, Marqués de Santillana y nacido en Carrión en 1388. La tercera es una trova de otro ilustre personaje del lugar, don Sem Tob ben Ishaq ibn Ardutiel, también llamado rabí don Santos de Carrión pues allí nace en 1290. Yagüe pone música a las cuartetas 23 y 24 del libro de “Proverbios morales del rabbí Don Sem Tob” dedicados a su protector el rey don Pedro de Castilla. La música de Yagüe ambienta muy bien los poemas y, entre las obras de hoy, son la que tienen una estructura vocal más compleja, porque las cuatro voces del coro acompañarán a dos secciones solistas de voces femeninas.
“Salve Regina” de César Alejandro Carrillo
En este recorrido por la música coral actual hacemos una parada obligada en Venezuela. Este país con gran tradición en el canto coral y grandes agrupaciones es representado hoy por César Alejandro Carrillo (1957).
Desde comienzos de los años ochenta ha desplegado una actividad muy intensa como compositor arreglista y director de los más importantes coros venezolanos. Sus premios son incontables y entre ellos se encuentra el otorgado a esta composición de 1991 que escucharemos hoy.
El Salve Regina es otra oración de origen remoto, anterior a las cruzadas y de autoría desconocida. Multitud de autores desde, al menos, el siglo XI han mostrado una gran predilección por este texto, sencillo y breve que expresa la fe y la esperanza del peregrino. Carrillo nos ofrece su Salve Regina con un espíritu similar a Kverno. Es una pieza para escuchar, pero también y principalmente para ser interpretada en la iglesia facilitando el recogimiento y la oración. No existe en la biografía de Carrillo una vinculación con el mundo religioso como ocurre con el caso de Kverno, pero el resultado no desmerece.
“The Lamb” de Sir John Tavener.
De otro autor con gran inclinación mística escucharemos este “corderito” que se ha convertido en una de sus obras profanas más conocidas. A pesar de no ser religiosa, esta piececita con tanta gracia se interpreta a menudo como villancico navideño.
La vida de John Tavener ha sido una constante búsqueda de la trascendencia y la espiritualidad desde que nació en Londres en 1944. Recibe una educación presbiteriana y, musicalmente, se muestra como niño prodigio a muy temprana edad. Sus problemas con la neurastenia le llevan a abandonar el piano y dedicarse a la composición de la mano de David Lumsdaine, maestro australiano que le da a conocer a Boulez, Messiaen y Ligeti. Alcanza la fama en 1968 con “The Whale”. Ringo Starr conoce entonces tan celebrada obra y John Lennon le ficha para su nuevo sello Apple Records como si se tratara de un héroe del Rock. En 1977 se convierte a la Iglesia ortodoxa rusa, que abandona veintitantos años después, para explorar el hinduismo y el islamismo. En estos momentos desconocemos por donde se anda en estos terrenos. En el funeral de la princesa Diana de Gales interpreta una obra suya, “Song for Athene”, y más tarde le dedica otra llamada Eternity’s Sunrise sobre un poema de William Blake. Poeta que también aporta la letra de “The Lamb”
Esta obra está dedicada a su sobrino Simon con motivo de su tercer cumpleaños. El mismo Tavener nos informa de haberla compuesto en una tarde. Comienza utilizando alguna que otra regla del sistema dodecafónico o serial patentado por Schoenberg, partiendo de sólo siete notas. La atonalidad inicial va dando paso a una serie de disonancias y armonías muy personales. Forma una estructura muy matemática con inversiones de las series de notas a cargo de las distintas voces formando una atmósfera y una música maravillosa. Tavener recurre a su querido William Blake (1757 – 1827) para la letra. El poema musicado pertenece a la colección “Songs of innocence and experience” de 1789.
“Segalariak” de Josu Elberdin.
Esta obra está dedicada a Busto por el autor. Josu Elberdin, músico vasco nacido en 1976, es director de coros infantiles, profesor de música y excelente compositor. Su interés por la educación musical de los niños le ha hecho centrarse en composiciones para ellos. Piensa Elberdin que puede hacerse mucho por la infancia usando la música como instrumento educativo y no podemos estar más de acuerdo. Con todo, ha escrito también obras para coro mixto como la que se interpreta hoy.
“Segalariak” o “Los segadores” nos remite a una de las tradiciones más ancestrales del pueblo vasco, que consiste básicamente en aprovechar todo tipo de situación para jugarse los cuartos mediante apuestas. Los segadores se presentan con una cuadrilla de ayudantes y siegan un espacio predeterminado mientras los suyos recogen y pesan lo segado. Al final vence el segalari que más ha segado en un mismo tiempo. En las fiestas populares tuvo este deporte mucho predicamento, e incluso, sus grandes figuras. Atletas de Tolosa, Azpeitia o Cizurquil como Keixeta, Lokate, Mayoz o Prantxesa elevaron esta rústica disciplina a tal nivel, que la hicieron digna de aparecer en las canciones de los bardos locales. Elberdin nos trae ese ambiente de alegre fiesta campesina en esta pieza con aire de ezpata-dantza.
“Salmo CXXV. In convertendo” de Javier Busto” (Estreno absoluto).
¿Qué podemos decir de una obra todavía no estrenada? Busto la define como “plegaria llena de emociones”. Hoy, con Miškinis, Kverno y Carrillo completamos un segundo trébol, pero esta vez de cuatro hojas. Cuatro obras religiosas, escritas en cuatro esquinas del mundo, que intentan transmitir la emoción de la experiencia religiosa.
El Salmo comienza diciendo “Cuando Yahvé repatrió a los cautivos de Sión, nos parecía estar soñando, la boca se nos llenaba de risas y la lengua de cantares…”. Es un texto muy emotivo que habla de sufrimiento y de esperanza y la música así lo expresa. El coro y el público también apreciarán todo lo que Busto ha puesto en esta composición. Para los coralistas de Vox Aurea y para su director Javier Corcuera supone un orgullo incorporar esta pieza a su repertorio con la cariñosa dedicatoria del maestro Javier Busto. Disfrútenla, que es muy bella..
Thyrsus me fecit
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