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jueves, 2 de febrero de 2012

Crónica de un Requiem de Mozart

LOS PROLEGÓMENOS
La fundación Excelentia lleva años organizando conciertos en el Auditorio Nacional con las orquestas que ha ido formando y también con coros. Al principio contrataba coros o convocaba a participantes individuales. Ahora prefiere tener sus propios coros estables que son la Excelentia Choral Academy y la Sociedad Coral de Madrid. Sin embargo, en esta ocasión vuelve la vista atrás y rememora un concierto de hace dos años en que se montó el Requiem de Mozart.
Efectivamente, todo comienza dos años antes con otro montaje de esta obra. La Fundación Excelentia organiza un magno concierto que incluye la Misa de Requiem. La orquesta será la European Royal Ensemble bajo la batuta de Cristóbal Soler, el preparador del coro Javier Corcuera. El evento está enmarcado en el ciclo de conciertos de la Fundación Excelentia en el Auditorio Nacional. La fecha: el 26 de marzo de 2010 a las 22:30 h:
                                                           La foto corresponde al concierto.
El coro Vox Aurea, que es el mío, recoge la iniciativa y la invitación con entusiasmo. Los ensayos en horario normal de ensayo de coro son laboriosos, pero hay empeño e ilusión. Finalmente el concierto sale bastante bien y, con el tiempo, conseguimos un CD con la grabación del mismo. La misma experiencia se repitió en Valencia y Zaragoza con coros locales.
Casi dos años después, la Fundación Excelentia decide organizar un concierto donde vuelva a ofrecerse el Requiem de Mozart invitando a los participantes de aquella ocasión en Madrid, Valencia y Zaragoza. Todo indica que el coro estará formado por 430 participantes. La orquesta será la O. Sinfónica Santa Cecilia y el director Julian Kuerti.  Tendrá lugar el 4 de febrero de 2012.

28/29 de enero. LOS ENSAYOS CON EL PREPARADOR. Ciudad Escolar
Los ensayos para este Requiem se reparten a lo largo de una semana. La primera tanda de ensayos son el 28 y el 29 de enero en el salón de actos del IES Ciudad Escolar de Madrid. 
Asisten los coralistas de Madrid bajo la dirección del que será nuestro preparador, el maestro Miguel Ángel García Cañamero que es el subdirector del Coro Nacional de España y actual director de la Excelentia Choral Academy:
Esta vez no hay coros invitados, la base la constituye la Sociedad Coral de Madrid y la Excelentia Choral Academy de la Fundación Excelentia y acuden invitados coralistas participantes en la ocasión citada en las ciudades citadas. 
La Fundación insiste en que esta vez no llevaremos fotocopias sino la partitura en edición original, para ser exactos la Bärenreiter Urtext:
Hemos empezado por tanto con dos ensayos en las mañanas del último  fin de semana de enero de 2012, los horarios serán de 11:00h a 14:00h. El lugar ya es conocido por el coro pues es donde hemos ensayado otras obras incluido el primer Requiem. También es donde la orquesta sinfónica Santa Cecilia y la Sociedad Coral de Madrid se hicieron la foto para la revista Ritmo:
El preparador ha establecido desde el principio una relación muy cordial con el coro y ha demostrado conocimiento y dominio de la situación. Mientras llega la pianista se hacen los ejercicios de respiración y de entonación.
Por fin llega, aunque algo atacada, la pianista de ensayo. Monta el piano a toda prisa, incluso con algún amago de derrumbe del instrumento, y comenzamos con el Introitus. El preparador observa complacido que la pieza llaga a su final sin problemas. Pero como siempre pasa, quiere indicarnos algunos detalles que deben mejorar.
Nos indica que debemos atacar con una buena pronunciación. La K del Kirie inicial debe ser muy clara. Insiste mucho en este detalle, llega incluso a decir que oye "Irie" y no"Kirie". La gente empieza a inquietarse un poco hasta que alguno menos tímido levanta la mano y recuerda al maestro que la pieza no comienza con la K de Kirie sino con la R de Requiem.
El maestro no puede por menos que dar la razón al cantor que se ha atrevido a corregirle y no pierde la compostura. Por supuesto, ha querido referirse a la R de Requiem, nos dice que oye "Equiem" y no "Requiem". Aclarado el asunto se ensaya una sonora y rotunda R y continuamos con el Kirie, esta vez de verdad.
El Kirie se canta sin problemas, el preparador comenta "Se ve que os acordáis". De todas maneras hay un cierto trabajo de fraseo, introduciendo algunas instrucciones que mejoran la musicalidad de la pieza y facilitan las coloraturas.
El Dies Irae también se canta bien, pero le falta fuerza. Según el maestro está un poco blando, por eso, será este el aspecto que se trabajará en los minutos siguientes.
Con el Rex Tremendae volvemos al asunto de la pronunciación de la R de Rex y a su X. pero todo va bastante bien. Es muy agradable ver que todos se saben las piezas y que se va avanzando deprisa.
Con el resto del Requiem los detalles que hay que trabajar son similares: fraseos, respiraciones, etc. Las dos mañanas trasncurren con gran aprovechamiento. Los descansos son más bien largos lo cual ayuda dado el gran paseo que hay dar hasta la cafetería.
El domingo acabamos de mirar todo y el maestro nos agradece el trabajo declarando incluso que para él ha sido un placer prepararnos. Es despedido con un gran aplauso por parte de todos.

31 de enero. PRIMER ENSAYO CON JULIAN KUERTI. Auditorio Nacional.

Tenemos a las ocho el primer ensayo con el director en el Auditorio Nacional entrando por la puerta de artistas que es la misma que la de la sala de cámara. 
Como puede verse, a pesar de ser un coro muy numeroso no hay mucha aglomeración a la puerta del Auditorio sólo diez minutos antes del comienzo del ensayo. Es un día muy frío
El pasillo de entrada a a sala de ensayo del Coro Nacional empieza a llenarse rápidamente. Esta sala es un pequeño auditorio al que se accede bajando unas escaleras, está por tanto bajo el nivel del suelo. junto a la puerta de entrada de la sala hay una mesa, un montón de tarimas arrumbadas bajo una escalera y un tablón de anuncios muy interesante para el que no se le ha ocurrido nunca mirar este tipo de artilugios. Ejemplo de anuncio del tablón:
Hay más anuncios pintorescos, pero sirva este de muestra. 
Entramos en la sala, que tiene una serie filas de butacas muy empinada. nadie sabe donde hay que sentarse o como se va a distribuir el espacio, así que la gente se organiza como buenamente puede y pronto se ve que no hay asiento para todos.
El coro está muy descompensado, hay muchas más mujeres que hombres, pero como la invitación a participar ha sido sin condiciones, pues es lo que hay.
Una vez todos sentados (más o menos) se dan instrucciones para no hacer fotos, por lo que hay que guardar el teléfono. Se presenta el maestro y da orden de diez minutos de ejercicios preparatorios, pero como no dice lo que hay que hacer, el coro mismo improvisa una serie de vocalizaciones de las que se suelen hacer en estos casos. Por fin empieza el ensayo. 
El maestro Julian Kuerti se disculpa por no dominar el español, pero el hombre hace un meritorio esfuerzo y utilizará un lenguaje como el de los indios de las películas lleno de palabras inventadas o fruto de un mix italo-anglo-español. "Un sonido más suave" será "Una sonora menos fuerte" o "Una corchea con puntillo" se convertirá en "Una corrchera con punto". Pero educadamente todo el mundo le mira como si hablara el mejor castellano. Probablemente hemos afianzado una serie de errores lingüísticos que pueden durarle de por vida.
Ordena atacar el Introitus y, una vez terminado, seguimos con el Kirie. Ahí se para y empieza con sus instrucciones. Le va a dar un aire bastante distinto al que hemos visto en los ensayos con el preparador. El Requiem será tratado un poco a la barroca, con contrastes entre frases contundentes y coloraturas ligeras. El sonido (o la sonora) es a veces desajustado entre las voces, no nos oímos bien y somos muchos. Algo mejora en las repeticiones, pero yo por lo menos no me quedo nada tranquilo. Seguimos con el Dies Irae y el Rex Tremendae. Continuamos trabajando detalles adaptando el canto al gusto del joven maestro canadiense.
A partir de ahí, suponemos que por la hora, se canta todo seguido sin interrupciones hasta la Communio,  que no llega a cantarse. Sólo vuelve un momento al Sanctus para ver algún detalle.
El ensayo termina, el maestro agradece el trabajo del coro y se le aplaude. Los comentarios a la salida son menos entusiastas que en el anterior ensayo. Lo que oigo mientras la gente se pone el abrigo o va saliendo es que los resultados con García Cañamero eran mejores. Es muy comentada la gran velocidad que ha impreso a las partes del Requiem ensayadas. Es verdad que con el preparador vimos el Requiem en 6 horas y aquí sólo hemos dispuesto de 2. Quedan los ensayos con orquesta en la sala sinfónica del Auditorio. Me resulta preocupante el número de coralistas y la descompensación entre cuerdas. Los comentarios al día siguiente en Facebook son algo encontrados entre los entusiastas inasequibles al desaliento y los preocupados como yo, pero todos parecen seguros de que al final todo saldrá bien. Esperemos que así sea.

3 de febrero. SEGUNDO ENSAYO CON JULIAN KUERTI. Ciudad Escolar.
Volvemos a las instalaciones de la Ciudad Escolar con un frío notable. La esperanza es que la calefacción funcione razonablemente. De camino esto es incluso más importante que pensar en si el ensayo saldrá mejor que el anterior. Hoy no se ha dicho nada de las fotos por lo que me atrevo a sacar alguna disimuladamente.
El ensayo ha empezado con media hora de retraso, somos muchos pues han llegado los cantores de Zaragoza y Valencia. Afortunadamente en el salón de actos no hace frío aunque para prevenir se han puesto los abrigos en las salidas de aire como ya hicimos en el ensayo anterior. Luego se advierte que es una maniobra inútil pues se va a reservar las primeras filas para que los músicos dejen las fundas y estuches de sus instrumentos.
Nos sentamos siguiendo instrucciones y comienza el ensayo. Estaremos sentados en la platea y la orquesta de espaldas a nosotros. De esta forma Julian Kuerti nos verá a todos. Esta vez veremos todas las piezas con más detenimiento y el maestro repite algunas de las instrucciones dadas el martes pasado. Insiste mucho en el silencio pues es verdad que tanto en la orquesta como en el coro abunda el/la incontinente verbal. Con las alarmas de los móviles parece que hace un poco la vista gorda. Esperemos que mañana no le suene la melodía Nokia a ninguna alto.
Se han ensayado las partes de los solistas. Kuerti Se ha saltado el Rex Tremendae para pasar directamente al Recordare, aunque antes advierte que "Tenemo un problema e non piccolo" pues le faltan el tenor y el bajo que están en paradero desconocido. El Recordare comienza con solo soprano y alto. A la mitad aproximadamente de la pieza aparecen los cantantes masculinos. Hay un cierto regocijo contenido en la platea. Se ponen en su sitio y buscan a afanosamente la página, lo cual parece laborioso, Por fin se hallan y se unen a sus compañeras solistas.
La segunda mitad va más deprisa que la primera. De nuevo la premura hace que la se pare menos a detallar  la partitura.. La orquesta no se oye muy bien y sospecho que hay demasiados desajuste en los tempi. Especialmente en partes como el Confutatis. Los solistas no han gustado mucho al coro. El bajo parece que se salva y algo también la alto Ana Cristina Marco. El tenor, Jorge Franco, no ha entusiasmado y se dice que no se le va a oír mucho y la soprano, Vanessa García, no ha gustado a nadie. Preocupa su afinación.
Nos veremos al día siguiente en el Auditorio.

4 de febrero, 11:00h. TERCER ENSAYO CON JULIAN KUERTI. Auditorio Nacional
Por fin hemos visto mejor la estrategia del director. Hoy finalmente hemos entrado en todos los detalles que estábamos echando en falta. Parece como si nos hubiera estado introduciendo en la partitura poco a poco. Hemos empezado por el Confutatis para ver mejor lo que hasta ahora íbamos dejando para el final. Somos realmente muchísimos, pero bien, todo ha ido bien. Se nos sienta a los hombres en el escenario de esta sala de coro y podemos ver desde ahí todas las butacas ocupadas hasta la última fila por mujeres, perecería que fuéramos a cantar para un público exclusivamente femenino. También hemos tenido los detalles acostumbrados puesto que volvió a sonar un móvil entre las altos. Me pregunto si es siempre el mismo.
El director está relajado, se ríe después de decir en voz alta !Hostias! refiriéndose a la parte que debíamos empezar. Al notar las risitas de la gente se ríe con cara de inteligencia y dice "yesterday I learned the meaning of this word".
Al final del ensayo la gente está más tranquila y satisfecha. Lo prueba el aplauso final al director que se ha notado más entregado y convencido. Las dos horas han pasado rápido y a la una nos dan media hora de descanso antes de la prueba de sondo en la sala sinfónica.

4 de febrero. 13:30h. PRUEBA DE SONIDO  CON JULIAN KUERTI. Auditorio Nacional.
Hemos visto un director. Hemos visto cómo se enfrenta a la orquesta con educación pero con firmeza afeando a unos cuanto miembros de la misma su retraso. La verdad es que queda muy poco profesional. Incluso a mitad del primer movimiento de la 5ª sinfonía de Mendelssohn se incorpora una chelista que entra de puntillas en el escenario, se sienta y empieza a tocar con sus compañeros. Hemos cumplido con el tópico español de dar poca importancia a la puntualidad.
Se nos insiste en lo de las fotos, pero parece que el problema son los flashes que hacen saltar no se qué alarmas. Hago alguna foto sin flash. El director ha impuesto el ritmo de ensayo y hemos visto como atendía las protestas de un viola, pero no hemos podido oír lo que decía. Incluso su español ha mejorado algo, "la sonora" se ha convertido en "el sonore" con lo que, al menos, el género es correcto.
A mi me parece que el coro es demasiado grande para el tamaño de la orquesta, no la oigo mucho y eso que estoy en la primera fila de los bancos de coro. Algunas de las instrucciones que nos ha dado sobre pronunciación y dinámicas no salen como debieran, pero el maestro no dice nada, supongo que pensará que a estas alturas ya no da tiempo a más sutilezas. Si que se detiene a aspectos más teatrales. Al bajo David Sánchez, cuando comienza el Tuba mirum, le hace sentarse cuando se levanta. Le indica que debe levantarse más despacio. El bajo se vuelve a levantar con más parsimonia, tal y como se le ha indicado.
En el segundo Hosanna los tenores se hacen un buen lío y es preciso repetir. A la segunda sale bien, pero se nos indica que miremos al director al menos durante cinco compases para seguir su batuta.
La prueba de sonido estaba prevista hasta las tres y media. Sin embargo, poco más allá de las tres se le hace seña al director indicando que debemos desalojar la sala. El maestro recuerda que hemos empezado tarde por culpa de algunos instrumentistas y pide dos minutos más para terminar. El mismo viola de antes protesta de nuevo, pero logramos terminar el Agnus Dei y el primer número de la Communio. Después, el director  nos despide dándonos las gracias. Quedamos emplazados para volver a vernos a las nueve de las noche en la sala de coro.

4 de febrero. 21:00h. EL CONCIERTO. Auditorio Nacional.
A las nueve el vestíbulo de la entrada de la sala de cámara del Auditorio está abarrotada de gente, muchos ya están vestidos de negro.
Volvemos a la sala de ensayo de coro donde nos va a atender el preparador Miguel Ángel García Cañamero. Ya está todo el mundo vestido para la ocasión; Traje negro y camisa negra o vestido largo negro. Dedicamos un buen rato a los ejercicios de voz. Finalmente, García Cañamero nos agradece el trabajo, nos dice que ha sido un placer trabajar con gente con tanto entusiasmo y desea trabajar pronto con nosotros de nuevo.
Después tenemos un rato de asueto hasta que nos toca colocarnos en nuestros sitios en el escenario. En ese momento vamos entrando a la sala y nos vamos sentando en los asientos que tenemos asignados. En los bancos de coro no parece haber problema, pero en los asientos habilitados más abajo junto a la orquesta los cantores allí destinados están algo despistados. Parece que incluso hay sillas de más. Se hace bajar a gente de los asientos de tribuna. Incluso así sobran al final algunas sillas que retiran.
El público ha terminado de entrar a la sala tras el descanso. Recordamos que en la primera parte del concierto han escuchado a la orquesta tocar la 5ª sinfonía de Mendelssohn (Pieza que el maestro Kuerti volverá a dirigir en Colorado Springs el 18 de febrero). Hay mucho familiar y amigos de los cantores. Se ve en los asientos a mucha gente que saluda y hace todo tipo de señas al coro.
El concierto en general va bien. O así lo suponemos. El director da poca información sobre su grado de satisfacción. Sospecho que se ha hecho a unas expectativas moderadas y en ese nivel se mueve. Van pasando los números y al llegar al segundo Hosanna los tenores atacan su parte con un poco de miedo, pero sale bien. Desde luego habría quedado mejor con una entrada con mayor decisión, pero dado lo sucedido en el ensayo lo damos por bueno.
Cuando la cosa termina hay muchos aplausos, lo cual es de agradecer. Los solistas, el preparador y el director salen repetidas veces a saludar y se nos hace levantar varias veces. El bajo nos aplaude y también aplauden miembros del coro al preparador y al director.
Volvemos al camerino donde hemos dejado nuestras cosas. Casi todo el mundo está contento. Hay un bajo que repite "yo esperaba más de este concierto", pero la tónica general es de alegría. La única crítica unánime es hacia la soprano solista. Hemos cantado un Requiem en el Auditorio Nacional. No habrá sido antológico, pero no ha estado mal. A la salida me espera mi hija y me dice que le ha parecido muy bonito. Encuentro conocidos en el metro, me dicen que les ha gustado mucho, no esperaban un coro tan grande y les ha parecido sobrecogedor.
La experiencia ha estado muy bien y creo que todos hemos aprendido, que es de lo que se trata. No somos cantores profesionales y estas ocasiones nos proporcionan una gran motivación y una gran ocasión para aprender.
Pronto se publica en YouTube un vídeo con el Kyrie:
Los que hemos participado y pertenecemos a la Sociedad Coral de Madrid volvemos pronto al Auditorio con el Elías de Mendelssohn. Quizá no hagamos la mejor música del mundo, pero intentamos suplir conocimiento musical y experiencia con entusiasmo.
Crítica en la revista Ritmo:
(Pinchar en la imagen para verla mejor)

3 comentarios:

  1. Pilar, contralto, Zaragoza7 de febrero de 2012, 10:39

    Para mí fue una gran experiencia. Tuvimos algunos fallos, pequeñas indecisiones en entradas importantes, pero supongo que eran fruto de la escasez de ensayos conjuntos que habrían logrado pulir todo éso. Yo canté muy a gusto, liberando toda la potencia y tensión que la obra necesitaba sin miramientos y disfrutando los pianos y pianísimos con la mayor dulzura. No me importaría nada tener 3 ó 4 oportunidades similares cada año. Doy por muy bien empleado el viaje y los dos días de hotel, además de los repasos en mi casa de Zaragoza.
    Un gran saludo a todos los compañeros y mi enhorabuena a la Fundación Excelentia, al maestro García Cañamero y, como no, al director Julian Kuerti.
    Pilar, contralto, Zaragoza.

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    1. Es un poco raro cantar juntos sin conocernos, en los coros suele haber camaradería y amistad. Lo suyo hubiera sido cantar a una hora más temprana y haber podido compartir algo después.
      Fundación Excelentia: Queremos una cena de confraternización la próxima vez.

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    2. Jorge Franco, Tenor28 de mayo de 2012, 16:22

      Hola

      Hace poco que he encontrado y leído por casualidad esta narración de lo acaecido durante el Réquiem que tuve el grandísimo placer de cantar como tenor. Para mi, fue una experiencia única poder participar en una obra sublime, con un director de la categoría y a la vez humildad de Julian Kuerti; Y una masa coral de grandes dimensiones , que me sorprendió positivamente por interpretar los pasajes más ágiles con una precisión notable. Normalmente no suelo hacer mucho caso a las críticas (ni positivas ni negativas) Está claro que fuera de los ámbitos que considero absolutos, como cantar en el estilo, la afinación, y algún otro detalle más que no voy a enumerar... El hecho de gustar o no a una persona es una cosa tan relativa y amplia, como el ojo que la mira y la juzga...
      Pero debo hacer una especial puntualización en un detalle para mí muy importante, porque desde que empecé a cantar siempre lo he tenido muy en cuenta. La puntualidad, y el respeto a mis compañeros. Se nombra en esta crónica en uno de los puntos ( no cito textualmente...) , " que el tenor y el bajo se hallaban en paradero desconocido... "y que el tenor no había entusiasmado mucho, y que se dudaba sobre si se le iba a oir o no..."
      Bueno, pues debe saber todo el mundo, que el Tenor y el Bajo se hallaban intentando encontrar el lugar de ensayo por una tremenda y total dejadez y abandono por parte de la organización. Llegamos literalmente corriendo y congelados al ensayo, a esto uno debe sumar que llevaba casi una hora conduciendo a toda pastilla, intentando encontrar el lugar de ensayo... Por eso, solo pude marcar mis partes durante el ensayo (y bastante que hice) pido un millón de disculpas a la gente que lea ésto, porque a mi (me remito en lo dicho anteriormente) me molesta sobremanera la falta de profesionalidad y la no puntualidad.
      Si luego gustó o no mi interpretación en el concierto, no me importa demasiado, yo lo hice de la forma que considero correcta, y oírseme, se me oyó!!

      Un cordial saludo Jorge Franco Bajo

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