Se acaba de publicar en Coralea mi último articulo. Esta vez va sobre el oratorio Elías de Mendelssohn, obra que la Sociedad Coral de Madrid está preparando y que podrá oírse en el Auditorio nacional de Madrid el 16 de abril de 2012.
Para ver el artículo: Elías, Mendelssohn y el álbum de Humboldt
Es un artículo algo más largo de lo habitual porque intenta dar información desde varios puntos de vista. Pensé que era preciso hablar del interés de Mendelssohn por la música sacra y por el oratorio, porque en esto es un autor muy singular. El hecho de estudiar y reestrenar la Pasión según San Mateo con veinte años es un hecho importantísimo para la biografía de este músico y de la cultura alemana. Me he remontado a la juventud de Mendelssohn para explicar la última obra del autor porque, en cierto sentido, es una obra de toda una vida.
Lo he unido a la pequeña historia del álbum de Humboldt porque, aparte de ser otro pequeño milagro de ese desastre que fue la segunda guerra mundial digno de contarse, está unida su historia a la de Mendelssohn aunque solo sea por eso de que todo en la vida está conectado y sólo hay que darle vueltas a la madeja para ver por dónde.
He querido colaborar a un mayor conocimiento de la obra, sobre todo pensando en mis compañeros de coro. Espero que alguno se lo lea. Para entender la obra es preciso saber que va de conversiones, que ya en el Paulus trató este tema y que hay un mensaje. Siempre en la obra de un autor que siente un profundo sentimiento por algo (en este caso la religión) hay un semillero de simbolismos y posibilidades de leer entre líneas que conviene desentrañar, siquiera mínimamente.
Me interesa Mendelssohn porque es un autor muy moderno y futurista para su época, y que al mismo tiempo es un profundo conocedor y admirador del pasado. Es director de orquesta en el sentido moderno. Es decir, programa la temporada de la Gewandhaus de Leipzig, orquesta sinfónica que no está bajo el patronazgo de ningún noble y que tiene su propio auditorio (Gewandhaus o Sociedad de pañeros) y con un público aficionado perteneciente a la burguesía culta.
La Gewandhaus de Leipzig original y actual
Es un pionero en el uso de la batuta y libera al concertino de sus habituales deberes de marcar los ritmos y dar las entradas. Él lo hace todo, es decir como se hace hoy. Vemos como la vida musical de Leipzig se parece mucho a la que puede hoy disfrutarse en una ciudad europea o americana y esto entonces era excepcional. Mendelssohn ha marcado el camino que han seguido las orquestas que fueron apareciendo en los siglos XIX y XX.
Se suele decir que Mendelssohn es el compositor "feliz". Tuvo la mejor de las educaciones, nunca tuvo problemas económicos, ni problemas sentimentales, pues fue un rico hombre casado con una encantadora mujer y con unos hijos maravillosos. Fue admirado y reverenciado y su música se difundió por Europa siempre sin problemas. Sin embargo, cuando alguna vez se le preguntó si una biografía así podía dar grandes frutos artísticos, contestó que no hace falta sufrir grandes desgracias para tener una vida dura, con preocupaciones de toda índole. No fue un hombre atormentado, pero sí preocupado por muchas cosas, especialmente religiosas, artísticas e, incluso, políticas. Efectivamente, se dice que le preocupaba la vida política que le tocó vivir y que el Elías se escribió para dar un imagen simbólica de lo que podía verse en aquella Alemania de entonces. Recordemos que Mendelssohn nace en Hamburgo de donde tiene que huir de niño por causa de la guerra napoleónica, vive muchos años en Berlín, capital política de Prusia y acaba su carrera en la capital económica de Sajonia. Reinos y estados independientes que expedían sus propios pasaportes y que obligaban a un permanente viajero como Mendelssohn a hacer trámites burocráticos de todo tipo para viajar de un lado a otro de Alemania.
La preocupación por la unidad alemana empieza extenderse. El mismo año del estreno del Elías, Bismarck empieza su carrera política en Berlín y comienza a trabajar por su objetivo de unidad germánica que culminará en la década de los setenta con la fundación del Segundo Reich. Es la lucha del héroe que tiene un fin mesiánico donde se mezclan ideales éticos, políticos, culturales etc. Es decir, un Elías.
Curiosamente, donde este oratorio nace y tiene un éxito enorme es en Inglaterra, país que Mendelssohn adoraba y que prefería incluso a Italia. Los paisajes de Escocia, del Mar del Norte, por no hablar de las Hébridas le fascinaban. Hablaba un extraordinario inglés y viajó con frecuencia por todo el Reino Unido. Allí era reverenciado. Se iniciaba por entonces el interés por la música en las clases burguesas. Comenzaron allí los empresarios a montar conciertos y la gente medianamente pudiente tomó como costumbre colocar un piano en el salón. No había compositores de primer nivel en aquellas tierras y los autores alemanes solían tener mucho éxito, quizá con el terreno abonado que dejaron Haendel y Haydn en años no muy lejanos. Así, Liszt o Mendelssohn provocaban entusiasmos más que notables en las audiencias británicas.
El Elías en Inglaterra es toda una institución. Es más que un oratorio, como a veces se dice. Al igual que el Mesías, ha suscitado la aprobación de un público ávido de música y que ha tenido pocos prejuicios en acoger músicos extranjeros, quizá por lo ya dicho, no había surgido en Inglaterra un músico de gran talla desde Henry Purcell y de eso ya había pasado mucho tiempo.
Ahora es una típica obra de repertorio en todo el mundo que se canta en alemán o en inglés, pues a ambos idiomas pertenece por derecho propio.
Me siento muy satisfecho con el resultado y por contribuir aunque sea mínima y malamente a la difusión de una obra que merece la pena.
El comentario, tan bueno como el artículo o viceversa! Muchas gracias, amigo!
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