que no pudo a más subir
ni el hombre más que pedir
ni Dios tuvo más que dar
Al lugar más encumbrado
do pudo llegar amor
y el punto de más primor,
es transformarse'n lo amado,
Dios en hombre y en manjar,
d'hombres vemos convertir
y así no hay más que pedir,
ni Dios tuvo más que dar.
En 1588 tener 62 años y emprender un azaroso viaje a Palestina podría considerarse algo más que osado. Buena salud debió disfrutar Guerrero para atreverse a emprender este viaje que acabó en captura por piratas berberiscos.
Antes de partir, Guerrero encargó al maestro de capilla de la Catedral de San Marcos de Venecia Gioseffo Zarlino que le revisara su colección de Canciones y Villanescas espirituales que había de publicarse en aquella capital de la música y a la que pertenece esta Extraña muestra de amar.
Hay quien identifica los términos villanesca y villancico y hay quien otorga a la villanesca un origen napolitano. De hecho Guerrero debió conocer las villanescas italianas de Willaert, Nola o Fontana. En España son una rareza pues se trata de obras de tema religioso no en latín sino en lengua vulgar. De hecho, muchas de ellas tuvieron un texto profano que mudó a pío, como por ejemplo la conocida Ojos claros serenos.
Hay quien identifica los términos villanesca y villancico y hay quien otorga a la villanesca un origen napolitano. De hecho Guerrero debió conocer las villanescas italianas de Willaert, Nola o Fontana. En España son una rareza pues se trata de obras de tema religioso no en latín sino en lengua vulgar. De hecho, muchas de ellas tuvieron un texto profano que mudó a pío, como por ejemplo la conocida Ojos claros serenos.